Carlos Bilardo, el ‘inventor’ del 3-5-2

Carlos Salvador Bilardo, tras haber sido parte del a ratos brutal para los oponentes y pragmático equipo de Estudiantes de la Plata dirigido por Osvaldo Zubeldía siguió su carrera como entrenador. Así el desarrollo del tiempo y las decisiones de Julio Grondona, Presidente de la Asociación de Fútbol Argentino (AFA) le ponen a cargo de una selección nacional argentina que incluye en sus filas a Diego Armando Maradona, uno de los mayores talentos individuales que haya existido nunca en la historia del fútbol mundial. Su primera medida estratégica fue el designar a Maradona como su capitán y tras cartón desarrollar una nueva formación táctica para acomodar el juego de la estrella.

Bilardo, según se sostiene hoy, participaba de la idea de que los extremos (wines) estaban en declive pero convirtiéndoles en mediocampistas auxiliares abiertos tenían utilidad, razonaba. Asimismo considerando que en la práctica los tradicionales defensas laterales se lanzaban en ataque con gran frecuencia a partir de principios de los años 50 y los días de los grandes defensores brasileños Bilardo decide simplemente redefinir sus roles y hacerlos jugar en el mediocampo subiendo y bajando por las bandas.
En realidad fue la desesperación por la falta de resultados positivos de su seleccionado la que llevó a Bilardo a experimentar con modelos tácticos en una gira por Europa en 1984. Había ganado sólo tres de sus primeros 15 partidos en el cargo de seleccionador nacional y su posición se encontraba bajo grave amenaza. El primer partido de la gira enfrentaba a la Argentina contra Suiza y un Bilardo con su reputación a la baja leyó a la prensa el equipo que iba a hacer frente a Suiza. Los aparentemente sorprendidos periodistas asumieron que Bilardo había cometido un error. Tiempo después el entrenador argentino recordaba el evento y comentaba que ‘me dijeron que estaba equivocado, que había nombrado a tres defensas centrales, pero yo les dije que no estaba confundido. Nosotros íbamos a usar tres defensas, cinco mediocampistas y dos delanteros. Habíamos practicado esa formación durante dos años y ahora la íbamos a poner en práctica en partidos con un grado de dificultad importante.’ 

A partir de la utilización del sistema 3-5-2 Suiza fue derrotada por Argentina por un marcador de 2-0, luego el mismo resultado se dio ante Bélgica y finalmente Argentina venció 3-1 a la Alemania Occidental. Bilardo en la práctica tras esta gira europea retorna al uso del tradicional esquema de juego 4-4-2 tal vez para resguardar su ‘nueva’ idea de los ojos de competidores extranjeros o quizás porque ese plan iba a requerir constantemente de pequeños ajustes. De esta forma los partidos clasificatorios al mundial se suceden, los argentinos clasifican a la Copa del Mundo México 1986, juegan la fase de grupos la que superan sin mayores sobresaltos y en el primer encuentro de la segunda fase del torneo utilizando el 4-4-2 clásico derrotan a Uruguay por 1-0 y lo eliminan del torneo.

* Alineación de Argentina ante Inglaterra (México ’86)

El partido por los cuartos de final de la competencia les enfrenta a Inglaterra. El delantero centro Pedro Pasculli, que había anotado el gol del triunfo ante Uruguay sale de la alineación titular y su lugar lo toma el centrocampista Héctor Enrique como parte de un trío de volantes conformado por otros dos nombres, Sergio Batista y Ricardo Giusti. Bilardo ha dicho que pensaba que contra los ingleses no se podía jugar con un centro-delantero centro puro pues los defensas se lo iban a devorar y que ese hombre extra en el centro del campo le daba a Maradona más espacio para desarrollar su juego de creación. En otras palabras el esquema que la Argentina había utilizado hasta el momento, el 4-4-2 o más precisamente el 4-3-1-2 daba paso al supuesto 3-5-2 (3-5-1-1 o 5-3-1-1 de hecho).

Hasta hoy Bilardo proclama que él fue el inventor del sistema que se basa en jugar con tres zagueros y dos laterales-volantes, la zaga compuesta por dos stoppers que marcan hombre a hombre a los dos atacantes rivales y otro zaguero que barre detrás de ellos, el líbero. Entonces los dos laterales en teoría pasaban a formar parte del mediocampo e incluso podían transformarse en dos atacantes más. Pero también se les exigía que retrocedieran a la posición de lateral tradicional para evitar que el oponente explote las bandas. Paradojalmente al existir muy pocos laterales en el mundo que reunían la resistencia, velocidad y técnica necesarias para cumplir esta función, con el transcurrir del tiempo la formación fue abandonada por la mayoría de los equipos que la emplearon en partidos oficiales.

Aún más curioso resulta el apunte de que muchos entrenadores interpretaron que la tan promocionada idea de Bilardo y su 3-5-2 no era otra cosa que el 4-4-2 clásico transformado en un modelo un tanto más flexible que permitía el acomodar a los jugadores en un 4-3-1-2. Un ejemplo claro de estas tendencias es el chileno Manuel Pellegrini quien a pesar de no compartir la filosofía futbolística de Bilardo fue uno de los primeros entrenadores de club sudamericanos que decide emplearla a la manera de Argentina en 1986.


Por: @RaulVB

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